lunes, 17 de octubre de 2011

TENDENCIAS CERÁMICAS: NEOBARROCO

La cerámica es tendencia y los diseñadores que conciben las nuevas colecciones contribuyen a crear estilo. Así surge el neobarroco, un concepto decorativo que recuerda la moda imperante de los siglos XVII y XVIII y que reinventa la modernidad. La cerámica aporta la distinción y la brillantez.

El minimalismo de los últimos años ha dejado paso a nuevos estilos decorativos en los que la cerámica explota todo su potencial estético.

Esta revisión de estilos también deja atrás los ambientes coloniales e impone a los acabados rústicos nuevas decoraciones más excesivas. La concepción del espacio varía. El cromatismo y las formas asumen protagonismo.

El neobarroco surge con fuerza para romper, con su estética estudiadamente cargada, la pureza que rige los ambientes. La cerámica ha sido de las primeras en aportar un torrente de creatividad a los espacios. La sinuosidad de las curvas, los reflejos áureos o argentados, los ornamentos, los estampados con motivos floreados y figuras naturales, así como la pasión por el blanco y negro o los colores intensos y brillantes conviven a la perfección con la recta y el equilibrio.

Se busca la elegancia, que consiguen los acabados cerámicos en negro, combinados con el dorado y plateado. La imaginación del neobarroco surge también en tonos de verde manzana, azulados y turquesas, rosados y rojos. En el nuevo barroco conviven elementos con un regusto vintage. Curvas y rectas en imposible simbiosis crean atmósferas lujosas y únicas.

La fantasía del creador es la herramienta para convertir, usando las piezas cerámicas de última generación y los diseños más atrevidos, espacios sobrios en glamurosos, con toques que recuerdan la ornamentación de los siglos XVII y XVIII, elegantes en exceso y exclusivos en esencia. Como el propio barroco, la cerámica aporta a esta nueva tendencia diseños y colores sofisticados, formas virtuosas y un aire refinado en una múltiple combinación.

Cada interiorista, arquitecto o decorador deja volar su imaginación para imprimir carácter a los espacios, introduciendo espejos, lámparas de lágrimas y elementos de época en un espacio al que la cerámica ya ha dado forma.

Azulejos decorados o con relieves, pavimentos que reproducen en pequeños formatos los dameros en blanco y negro, o estampados rosados y turquesas. Cenefas, medallones y tapices cerámicos para las paredes, que se llenan de exuberancia, suntuosidad y elegancia.

La cerámica revive el esplendor de las artes decorativas del siglo XVII recreando policromías, damasquinados y símiles a panes de oro y plata.

Junto al pequeño formato, el desapego al minimalismo se traduce en una apuesta por las piezas porcelánicas enormes, de hasta tres metros por uno, pasando por las combinaciones en 60x60 y 60x120.

Pavimentos metalizados en acabado óxido, superficies grises texturizas, rugosidades.

Los baños no escapan a las nuevas tendencias y el neobarroco los plantea en damero cerámico blanco y negro, combinación estrella –junto con los dorados y plateados- para definir el resurgir del estilo. La imaginación también pigmenta estos espacios con colores brillantes y descarados (rojos, amarillos, rosas). Mientras, el mobiliario de baño recupera antiguas formas y materiales de siempre, como la porcelana, pero esmaltados en tonos insultantemente provocadores como el oro o la plata.

El estilo neobarroco, difícil de encorsetar pero fácil de reconocer, tiene en la cerámica una gran aliada.

A través de combinaciones adamascadas, motivos florales, colores vivos o la combinación blanco con negro, las paredes adquieren una prestancia que da un aire señorial al tiempo que moderno a espacios de la casa como el recibidor, el comedor o los dormitorios. Un toque de distinción a la última. Además, cualidades y características propias de la cerámica como su dureza, resistencia y facilidad de limpieza, hacen que estos espacios, aparte de bellos y vistosos, sean inalterables al paso del tiempo.

Las combinaciones ayudan a crear ambientes llenos de “glamour”, en los que se funden los elementos más clásicos con las líneas más puras, la curva elegante con la sobriedad de la recta. El minimalismo no desaparece, sino que ha evolucionado para dar lugar a nuevas posibilidades estéticas, casi ilimitadas.

www.puntoceramico.com

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